
Cumplir 40 marca una nueva etapa en la que el cuerpo comienza a cambiar. Los niveles hormonales se ajustan, el metabolismo se vuelve más lento y la recuperación después del ejercicio o del trabajo intenso puede tardar más.
Por eso, muchas personas se preguntan qué suplementos tomar a partir de los 40 años para mantener energía, fuerza y bienestar general.
A esta edad —y también a los 45 o 50— una buena suplementación puede marcar la diferencia entre sentirse constantemente cansado o disfrutar una vida activa y equilibrada. En este artículo revisamos los suplementos más útiles y cómo adaptarlos a tus necesidades según el momento de la vida.
Qué suplementos debo tomar después de los 40 años
Los suplementos a partir de los 40 no son un lujo, sino una herramienta de apoyo para mantener el bienestar físico y mental que favorece la longevidad. El estrés, las obligaciones y la menor producción de ciertas hormonas hacen que algunas funciones comiencen a ralentizarse.
No se trata de “tomar por tomar”, sino de elegir aquellos nutrientes que el cuerpo necesita reforzar con el paso del tiempo.
Aquí te presentamos siete suplementos clave para hombres y mujeres que quieren mantener vitalidad, equilibrio y salud integral de manera natural a partir de los 40, 45 y 50 años.
1. Omega-3 (EPA y DHA): cuidar el corazón y el cerebro
Los ácidos grasos omega-3 ayudan a mantener la salud cardiovascular, cerebral y articular. Además, favorecen la elasticidad de las membranas celulares y reducen la inflamación, algo clave en esta etapa.
Algunas fuentes naturales son el pescado azul, las nueces o las semillas de chía, pero los suplementos pueden garantizar una dosis adecuada.
Es importante buscar el sello de calidad IFOS que certifica su calidad, pureza y seguridad, garantizando que no contiene contaminantes (como metales pesados), no está oxidado y que la concentración de ácidos grasos EPA y DHA es la indicada en la etiqueta.
2. Magnesio: energía y relajación muscular
El magnesio participa en más de 300 procesos del cuerpo, incluyendo la contracción muscular, la producción de energía y la regulación del sistema nervioso. A partir de los 40, sus niveles tienden a disminuir, provocando fatiga, calambres o problemas para dormir.
Existen diferentes tipos de magnesio y conviene consultar con un experto cuál es el más conveniente para cada persona en función del objetivo que deseen lograr.
3. Vitamina D3 + K2: esencial para huesos y defensas
Con la edad, la piel produce menos vitamina D, incluso con exposición solar. Este nutriente es esencial para absorber calcio y proteger los huesos, además de reforzar el sistema inmune.
La combinación con vitamina K2 ayuda a dirigir el calcio a los huesos y evita su acumulación en arterias. En especial a los 45 y 50 años, un déficit de vitamina D puede aumentar el riesgo de osteoporosis o fatiga crónica.
4. Coenzima Q10: energía celular y vitalidad
La CoQ10 es una molécula que el cuerpo produce de manera natural y que participa en la producción de energía dentro de las células. Con los años, sus niveles disminuyen, lo que puede traducirse en fatiga o bajo rendimiento.
Su suplementación mejora la vitalidad, la función cardíaca y el bienestar general, especialmente a partir de los 45 años.
5. Adaptógenos (Reishi y Melena de León): equilibrio entre cuerpo y mente
Los adaptógenos son plantas y hongos que ayudan al cuerpo a responder mejor al estrés y a equilibrar las funciones hormonales. Entre los más estudiados y consumidos se encuentra la melena de león y el reishi.
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El reishi (ganoderma lucidum) es conocido como el “hongo de la longevidad”. Regula el cortisol, mejora la calidad del sueño y refuerza las defensas naturales. Puedes aprender más sobre su uso en nuestra guía sobre cómo tomar reishi.
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La melena de león (Hericium erinaceus) estimula la regeneración neuronal, mejora la memoria y favorece la conexión entre intestino y cerebro. Si planeas incorporarla, revisa antes las contraindicaciones de la melena de león.
Ambos forman parte de los modernos suplementos de hongos, conocidos por apoyar la energía, la concentración y el equilibrio emocional, tres pilares fundamentales a partir de los 40. Este tipo de suplementos naturales representan una forma moderna de cuidar la salud integral, desde la raíz. En nuestra tienda online puedes comprar suplementos de melena de león en cápsulas y también reishi.
6. Colágeno hidrolizado: soporte para la piel, articulaciones y tejidos
A partir de los 40, la producción natural de colágeno cae drásticamente. Este componente es esencial para la firmeza de la piel, la elasticidad de las articulaciones y la fuerza de los huesos.
Tomar colágeno hidrolizado junto con vitamina C puede mejorar la movilidad, reducir dolores articulares y mantener una piel más luminosa.
A los 50 años, su consumo puede marcar la diferencia en movilidad y confort articular.
Al igual que con el magnesio, existen diferentes tipos de colágeno que abordan diferentes funciones, por lo que es importante hablar con un experto para decidir en función del objetivo deseado.
7. Probióticos: cuidar el intestino
La salud intestinal influye directamente en la energía, el estado de ánimo y la absorción de nutrientes. Los probióticos ayudan a mantener un equilibrio adecuado de bacterias beneficiosas, lo que mejora la digestión y fortalece el sistema inmune. Además, cada vez hay más estudios que relacionan un intestino sano con un mejor estado de ánimo y una mayor claridad mental.
Como ocurre con el omega 3, es importante fijarse en el origen del probiótico y el tipo de cepa, ya que de ello depende el resultado que obtengas al consumirlos. Existen cepas más estudiadas y con marcas registradas, como por ejemplo la IS-2, que garantizan un estándar de calidad y aportan numerosos estudios clínicos que prueban su eficacia.

Diferencias entre la suplementación de hombres y mujeres a esa edad
Aunque muchas necesidades nutricionales son compartidas, existen diferencias importantes entre hombres y mujeres al llegar a los 40, 45 o 50 años.
- En los hombres, los niveles de testosterona comienzan a disminuir gradualmente, lo que puede puede impactar la energía, la masa muscular y el ánimo.
- Las mujeres, en cambio, se preparan para los cambios hormonales de la perimenopausia y la menopausia, donde el estrógeno y la progesterona fluctúan de manera más notoria, afectando a huesos, piel y metabolismo.
Por eso, las estrategias de suplementación pueden variar según el sexo, aunque la base —energía, defensas, salud ósea y mental— es común.
Qué suplementos son recomendables para hombres de más de 40
En el caso de los hombres, conviene reforzar tres aspectos: la salud cardiovascular, el mantenimiento muscular y la energía hormonal.
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Creatina: ayuda a conservar la masa muscular, la fuerza y la energía, sobre todo si se combina con ejercicio regular. Como en otros suplementos, es importante buscar un sello de calidad, en este caso el sello Creapure, propiedad del laboratorio alemán Alzchem, garantiza una pureza y eficacia elevados.
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Zinc y magnesio: fundamentales para mantener niveles óptimos de testosterona, mejorar el rendimiento físico y favorecer la recuperación muscular.
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Omega 3 y CoQ10: claves para cuidar el corazón y prevenir el envejecimiento celular.
- Reishi: además de favorecer el descanso, tiene potencial para regular el cortisol y proteger el sistema cardiovascular. De hecho, un estudio del NIH mostró que extractos de Ganoderma lucidum ayudaron a reducir síntomas de fatiga y mejorar el bienestar general tras 8 semanas de consumo.
En el caso de las mujeres —aunque se tratará con más detalle en un próximo artículo— la prioridad está en proteger los huesos, mantener la masa muscular, equilibrar las hormonas y cuidar la piel. Suplementos como la creatina, el colágeno, la vitamina D3 y los adaptógenos pueden resultar especialmente útiles.
Cómo elegir suplementos de calidad en la mediana edad
No todos los suplementos son iguales. Algunos contienen rellenos, aditivos o concentraciones bajas de los principios activos. Para obtener resultados reales:
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Verifica que estén certificados por laboratorios independientes.
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Asegúrate de que indiquen la concentración exacta de cada ingrediente.
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Prefiere formatos con buena biodisponibilidad (por ejemplo, extractos estandarizados).
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Evita productos con azúcares añadidos o colorantes artificiales.
A partir de los 40, cuidar el cuerpo ya no se trata solo de verse bien, sino de mantener una buena calidad de vida durante las próximas décadas. Incorporar estos suplementos con regularidad, junto a una dieta equilibrada, descanso suficiente y actividad física moderada, puede ayudarte a sentirte más fuerte, con mejor ánimo y energía sostenida.
La clave está en escuchar a tu cuerpo y escoger suplementos que apoyen tus necesidades reales. Con constancia y buena información, los 40, 45 o 50 pueden ser una de las etapas más saludables de tu vida.